El otro día, en la heladería una abuela le dio una cucharilla a su nieto, pero el niño empezó a protestar. La abuela me miró y me dijo:
- Es que todas las cucharillas son azules, y para él el azul es un color de chicas.
Supongo que eso me sorprendió, ya que para la mayoría de la gente es el rosa el color que identifica a las chicas. Pero el razonamiento de la abuela me fascinó:
- Sí, es que él tiene su propio código.
Es verdad que si cada uno tuviera su propio código, el mundo sería un caos. Pero, por un momento, me encantó pensar que cada cual podría vivir según sus reglas.
Interpretación es formación
Hace 1 semana
1 comentarios:
¡Cómo mola! En el trabajo de mi padre las sillas eran amarillas (color corporativo, argh), y la niña de una de sus compañeras decía que las rubias eran muy feas porque eran amarillas, como las sillas. Nadie solía entender a qué se refería
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