El viernes, fui una luchadora mexicana, una máscara autóctona lo reafirmaba. Aunque como dice mi prima Manuela, siempre hay gente que no se entera, y hace preguntas como: ¿Te gusta el sado? Pero lo que más me repitieron fue: ¿Que ta pasau, estás lisiada? Pocos entendieron las vendas de mis manos.
En cuanto al sábado, está claro que los disfraces colectivos dan normalmente muchísimo más juego. También pasan los años para los superheroes, y no se libran de tener canas, bastón, suero o gafas de cerca (aunque siempre se acabe mirando a lo lejos por encima de ellas). Llevábamos un carro del Eroski con bingo, petanca y un radiocassette con música de nuestra época: “El tren del cha-ca-chá”, “Los pajaritos”, etc. Y ayer viendo las carrozas (sí, fui capaz de levantarme pa verlos) me di cuenta que aún estaba bailando cualquier canción como si fuera un pasodoble. Creo que me he convertido en jubilada. Bua! Pues anda que no me quedan años... pa hacer uso de mis super poderes!

3 comentarios:
aficionaus!!! jajajaj ze ona!
¡Jajajaja estáis espectaculares!
Practica el jubilismo, practícalo. Me he dado cuenta de que, con esto de que la edad de jubilación se vaya a retrasar tanto, se está produciendo un efecto muy curioso, y es que ahora todo el mundo mira las obras, porque nadie sabe dentro de cuántos años podrá pararse a hacerlo. Hoy el puente de mi barrio estaba lleno de gente de toda edad y condición vigilando la M-30.
jun pentsatzen ya listetan ze laster hurrengua ateako da...
Publicar un comentario