Desde el Tintero

28 mar 2011

A-Hora

Un día aprendí, bueno alguien me enseñó gracias a un reloj roto, que el tiempo no tiene tanta importancia. Y hoy lo he comprobado del todo. Estas anécdotas comienzan con un cambio horario.

En Dublín con mi hermana, estuvimos 5 horas en el aeropuerto porque no hicimos ningún cambio, ni el de la hora de diferencia. En Génova con Mai, tuvimos que saltar de la cama cuando por megafonía nos dijeron que quedaban 30 minutos para que se terminara el desayuno.

Hoy, me despierto, desayuno, voy a cambiarme de compañía de móvil y de repente...¡ostia, que no he cambiado aún la hora! Veis, tampoco es tan importante... lo mejor es vivir cada momento. Carpe diem my friends!

1 comentarios:

mai dijo...

joder! enitzan goatzen gure Genovako abenturataz! ez jarri zure bizitzan ezer garrantzitxuikan igandetan bazpare

Publicar un comentario